La Inteligencia en el Caballo
Así como Tesio consideraba y observaba en los caballos signos o acciones que implicaban para él algún tipo de razonamiento o inteligencia, es común escuchar o ver referencias de otras personas ligadas a actividades relacionadas con la industria del caballo que también hacen mención del tema. Por ejemplo es común para muchos expertos en la selección de animales a nivel de las ventas, mencionar rasgos y aptitudes que estos evalúan en un animal y que les hace pensar que el animal en cuestión tiene un cierto nivel de inteligencia.
Particularmente para mi, sin saber exactamente como se manisfestaba la inteligencia en el caballo, en mi ejercicio profesional siempre asocie al caballo que respondía a procedimientos de rutina en forma descontrolada, aterrorizado, como un animal poco inteligente.
Pero lo que realmente me motivó a escribir sobre este tema es la tendencia cada vez más común de relacionar la inteligencia de un caballo con su capacidad atlética. Hoy en día, es casi normal que un jinete al ser entrevistado posterior a su triunfo en una gran carrera, más que hacer mención a la capacidad física del animal, haga mención a su nivel de inteligencia.
Recientemente en un artículo especial escrito para la Breeders’ Cup, Gary Stevens comentaba sobre lo que significa montar a un ejemplar como Beholder en la Breeders’ Cup Classic, una de las carreras más importantes del hipismo a nivel mundial. El jockey de 52 años textualmente decía…“es cómo manejar un camión con el motor de un Porsche y el cerebro de un científico de la NASA”. Stevens comentaba sobre la contundente victoria de la yegua en el Zenyatta Stakes…”ella es súper inteligente y esa es su mayor cualidad…no sólo su habilidad atlética, también su nivel de inteligencia…ella nos permite hacer cosas que no puedes hacer con un caballo común.”…Stevens dice que un ejemplo de la inteligencia de Beholder se nota en la forma como ella responde al más mínimo o sutil comando de su jinete…”cuando tú tienes un caballo que coopera contigo, todo es más fácil.”
Kerry Thomas es el fundador de THT Bloodstock (www.thtbloodstock.com/), la única compañía en el mundo que se especializa en el análisis de la mente de los caballos de carrera y como esta se relaciona con el potencial atlético del animal. Thomas junto a su socio Pete Denk, handicapper y con mucha experiencia en la selección de animales jóvenes, trabajan actualmente en el perfil emocional de los posibles candidatos a participar en la Breeders’ Cup Classic.
Thomas trata de hacer gráfica la relación entre la mente y el potencial físico de un atleta, comparándolo con lo que sucede en un partido de fútbol americano. Thomas dice “es como un jugador de la línea ofensiva (Offensive Lineman) abriéndole camino a un corredor (Running Back) que trata de ganar yardas por tierra, el sistema sensorial limpia el camino para que el cuerpo pueda moverse…en esencia la mente debe estar por delante del cuerpo para obtener los mejores resultados…de la fluidez y la rapidez con la que el sistema Sico-sensorial del caballo perciba, filtre, procese y responda a los estímulos en forma adecuada, se alcanzara un mejor manejo del stress y el animal tendrá la habilidad para utilizar a la máxima capacidad su talento físico innato.”
Es esencial recordar que el caballo no es una máquina, es un ser vivo, un atleta emocional el cual percibe múltiples estímulos de diversos tipos, especialmente durante la carrera. Antes de la partida, el día de carrera implica para el caballo una rutina diferente a su día normal, luego el camino al paddock, el ensillaje ante un gran número de personas, el desfile ante unas tribunas repletas de público y por último el confinamiento en el aparato de partida. Al ordenarse la partida, los tropiezos, acelerar o desacelerar en más de una oportunidad, los cambios de dirección o aprovechar pequeños espacios para pasar, los terronazos, los comandos del jinete, los giros y el cambio de mano, el látigo, la interacción con los otros caballos etc. son todos estímulos que afectan y generan una reacción del animal.
Pueden existir caballos con gran capacidad física pero con fallas en su inteligencia emocional lo que provoca que no sean capaces de manejar el caos, de responder ordenadamente a la diversidad de estímulos. Estos caballos no son capaces de adaptarse a diferentes situaciones durante la carrera, no le dan a su jinete la opción de cambiar de “táctica”. No son capaces de relajarse y de acelerar más de una vez durante el recorrido, por lo que solo son competitivos corriendo bajo un solo “Running Style” además de ser propensos a sufrir lesiones.
La clave está en la habilidad para manejar y asimilar el stress, el caos, especialmente durante la carrera. Eso le permite a los grandes caballos obtener el máximo de su capacidad atlética. En otras palabras, la capacidad de manejar correctamente el stress sin perder la eficiencia en la capacidad física es esencial para garantizar durabilidad, tener versatilidad y también velocidad táctica, características que solo tienen los grandes caballos. Los buenos caballos pueden tener gran capacidad atlética, pero para formar parte de la elite, necesitaran también altos niveles de inteligencia emocional, esta es quizás el origen de lo que por mucho tiempo se llamó clase, se asoció con un gran corazón, o con el “will to win” o el deseo de ganar.